tag:blogger.com,1999:blog-56430538476671564652024-02-19T12:54:46.925+01:00BvalltuUn alienígena alucinado.Luis Recuencohttp://www.blogger.com/profile/08558697645080566488noreply@blogger.comBlogger547125tag:blogger.com,1999:blog-5643053847667156465.post-2490085922813338232017-07-18T09:32:00.000+02:002017-07-18T09:32:08.722+02:00Transcribo el prólogo de la autobiografía del filósofo Bertrand Russell escrito por él mismo: PARA QUÉ HE VIVIDO<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><i>Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por el sufrimiento de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación.</i></span><br />
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><i><br /></i></span>
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><i>He buscado el amor, primero, porque conduce al éxtasis, un éxtasis tan grande, que a menudo hubiera sacrificado el resto de mi existencia por unas horas de este gozo. Lo he buscado, en segundo lugar, porque alivia la soledad,esa terrible soledad en que una conciencia trémula se asoma al borde del mundo para otear el frío e insondable abismo sin vida. Lo he buscado, finalmente, porque en la unión del amor he visto, en una miniatura místicala visión anticipada del cielo que han que han imaginado santos y poetas. Esto era lo que buscaba, y, aunque pudiera parecer demasiado bueno para esta vida humana, esto es lo que -al fin- he hallado.</i></span><br />
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><i><br /></i></span>
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><i>Con igual pasión he buscado el conocimiento. He deseado entender el corazón de los hombres. He deseado saber por qué brillan las estrellas. Y he tratado de aprehender el poder pitagórico en virtud del cual el número domina al flujo. Algo de esto he logrado, aunque no mucho.</i></span><br />
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><i><br /></i></span>
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><i>El amor y el conocimiento, en la medida en que ambos eran posibles, me transportaban hacia el cielo. Pero siempre la piedad me hacía volver a la tierra. Resuena en mi corazón el eco de gritos de dolor. Niños hambrientos, víctimas torturadas por opresores, ancianos desvalidos, carga odiosa para sus hijos, y todo un mundo de soledad, pobreza y dolor convierten en una burla lo que debería ser la existencia humana.Deseo ardientemente aliviar el mal, pero no puedo, y yo también sufro.</i></span><br />
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><i><br /></i></span>
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><i>Ésta ha sido mi vida. La he hallado digna de vivirse, y con gusto volvería a vivirla si se me ofreciese la oportunidad.</i></span><br />
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><i><br /></i></span>
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><i><br /></i></span>
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><i><br /></i></span>
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><i><br /></i></span>
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><i>Bertrand Russell</i></span>Luis Recuencohttp://www.blogger.com/profile/08558697645080566488noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5643053847667156465.post-70220133165077722322017-01-23T07:58:00.000+01:002017-01-23T07:58:28.072+01:00Machismo asesino<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: medium;">De entre los crímenes que
se han estatuído como habituales en casi todas las sociedades
contemporáneas me resultan especialmente repugnantes las agresiones
sexuales. Cualquiera puede ser una víctima pero los grupos de riesgo
más elevado con diferencia son las mujeres y los críos. Los niños
son víctimas potenciales de casi todo por su indefensión biológica
y psicológica, y esta invalidez propia de sus pocos años está más
que asumida por los mayores quienes mediante el instinto de
protección y las leyes especiales para infantes ponen un especial
empeño en protegerlos. Y aún así son los niños quienes más
sufren y menos defensas tienen cuando suceden tragedias del tipo que
sea. Pero ese peligro extra al que están expuestos es inherente a la
niñez y toda la sociedad lo tiene asumido.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: medium;">Con las mujeres la cosa es
bien distinta. El innegable hecho de su inferioridad física respecto
a los hombres y el detalle fisiológico de que no haga falta que la
mujer se excite sexualmente para que el hombre pueda obtener placer
de ella es una maldición que padecen las féminas desde el principio
de los tiempos y las ha convertido en las principales víctimas de la
violencia sexual machista. Por muchos avances sociales que hayan
acaecido en casi los dos últimos siglos en cuanto al reconocimiento
de sus derechos como ciudadanas, equiparables a los de los hombres, y
por más que ya nadie ponga en duda sus idénticas capacidades de
desempeño en todos los puestos de la pirámide laboral; incluso
aunque supusiéramos ingenuamente que de hecho tienen las mismas
oportunidades de ganarse las habichuelas que los hombres, jamás
habría una igualdad real en el plano de ciudadanos libres debido a
ese plus de peligrosidad que deben sobrellevar en sus vidas y que
puede llevarlas, si llegan a sufrirlo con la virulencia propia de
estos delitos, a su destrucción como seres humanos.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: medium;">He leído en la prensa que
un grupo de hooligans descerebrados -creo que la expresión es
redundante- del Osasuna han desplegado una pancarta durante el
partido del equipo pamplonica contra el Sevilla F.C. mostrando su
apoyo a un miembro de 'la manada', aquel quinteto de sevillanos que
violó salvajemente a una chica en los sanfermines. El macho, reducido
a sus instintos más primitivos y violentos, tiende a confraternizar
con los de su ralea y aúna sus causas trogloditas con sus iguales
para mayor gloria de la hombría, de lo que ellos entienden por
hombría, que no es más que frustración, estulticia y cobardía
amparadas y justificadas por el abrigo del rebaño. </span>
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: medium;">Lo más triste es que los
responsables de evitar este tipo de comportamientos de apoyo a la
violencia en los estadios siempre encuentran el modo de exonerar a
esta gente que los protagoniza, supongo que porque son los mismos que
montan pollos en las gradas para poner nerviosos a los árbitros y
también, llegado el caso, los que libran batallas campales en las
calles repartiendo leches a sus homónimos del equipo contrario y
hasta arrojando a alguno al río para dejarlo morir ahogado. Yo los
he llamado hooligans que en inglés significa gamberros, apelativo
que por suave puede llamar a engaño sobre la verdadera naturaleza de
estas bandas mafiosas que por desgracia son los principales valedores
de los equipos de los que son fanáticos. Se les suele llamar
'ultras', pero el término tampoco es determinante -es casi
eufemístico- porque se aplica a personas que sostienen ideologías
políticas extremistas, pero las ideologías están compuestas de
ideas y dudo mucho que esos individuos hayan usado la cabeza para
algo distinto de dar cabezazos en las peleas.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: medium;">En mi opinión, ese apoyo
incondicional a un encausado por delitos de violación, vejación,
agresión y robo es la cara más abyecta al tiempo que la verdadera
esencia del machismo violento. No les basta con destruir a una joven
indefensa sino que además tienen que alardear del crimen, regodearse
en él, grabarlo y subirlo a internet, como si el hecho en sí fuera
digno de loa, un acto encomiable del que presumir. Cinco hijos de la
gran puta haciendo de todo a una joven sin la menor posibilidad de
defenderse.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: medium;">Les voy a contar un suceso
del que fui partícipe hace ya unos años. Estaba en un bar con unos
amigos una noche cualquiera y vimos entrar a una joven blanca como
la pared que apenas coordinaba sus movimientos y no podía hablar.
Tras un rato de preguntas e intuyendo ya lo que podía pasar no pude
evitar salir a la calle donde, como suponía, había un fulano con el
bolso de la chica. La esperaba supongo que para rematar la faena en
cualquier callejón oscuro. Le hablé despacio y con voz pacificadora
para reclamarle el bolso a cambio de dejarlo marchar. Se encaró, era su obligación de machote.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: medium;">-¿Y que pasa si no me
sale de los cojones dártelo?</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: medium;">-Entonces acabarás la
noche en el hospital- respondí suavizando, casi almibarando el tono de mi voz.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: medium;">Se llevó la mano al
bolsillo trasero. Supe en el momento que no iba a sacar su cartera.
Acabó en el hospital.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
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<br />
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: medium;">La chica se pasó de nuevo
por el bar al año o así. Habría engordado unos veinte kilos y no
era difícil adivinar que se medicaba una depresión. Aquel episodio
le arruinó una parte de su vida. Y episodios similares suceden todos
los días, y muchos de los criminales quedan impunes. Criminales de
esta clase proliferan en todos los estamentos de la sociedad. Y si no
que pregunten a los fantasmas que habitan la Casa Blanca en
Washington.</span></div>
Luis Recuencohttp://www.blogger.com/profile/08558697645080566488noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5643053847667156465.post-4242387676589889582016-05-31T20:16:00.001+02:002016-05-31T20:17:03.742+02:00La inutilidad de algunos tratamientos<br />
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Cuando los padres de Miguelito llevaron
a su hijo al psicólogo a causa de unos problemas de adaptación en
el colegio se quedaron sorprendidos del diagnóstico: Miguelito era
un superdotado para casi todas las disciplinas académicas pero un
completo gilipollas para la vida. El psicólogo les aconsejó que no
se preocuparan porque esto era algo relativamente frecuente y además
se podía intentar solucionar con una terapia adecuada. El niño era
un fuera de serie en lo abstracto y un completo negado en lo
práctico. Así que se estableció un programa terapéutico que debía
dar los frutos deseados en un año a más tardar. Ya desde las
primeras sesiones el terapeuta advirtió que los resultados iban a
depender en buena medida de la inversión de la gilipollez de
Miguelito, que parecía tener más calado psíquico que las
habilidades por las que destacaba su mente. A pesar de los diferentes
métodos usados por el especialista para frenar lo indeseable y
potenciar lo más valioso en la mente del niño, ninguno de ellos
parecía conseguir el impulso terapéutico perseguido hasta el punto
de que se estaba invirtiendo el proceso de forma que el área
intelectual de Miguelito parecía ir mermando con cada sesión y por
el contrario el aspecto práctico debía ser indispensable para una
sana madurez se iba atrofiando en igual medida. En resumen, que el
niño era cada vez más gilipollas y además estaba perdiendo sus
super dotes. El médico se creyó en la obligación de poner a sus
padres al corriente de tan anómalos resultados. Los padres no eran
lo que se dice unos lumbreras y les traía un poco al pairo que sus
hijo fuera un hacha en mates o en química cuántica, pero sí veían
con cierto orgullo esa simpleza que ellos creían heredada y que
mantenía al chico dentro de los cauces de la normalidad familiar.
Así que decidieron que lo habían intentado pero, no sin cierto
regocijo, se daban por satisfechos con los resultados. Tenían, como
siempre habían deseado -aunque ellos no lo hubieran expresado así-,
un hijo tarugo que por fortuna había perdido esos incómodos rasgos
del intelecto que harían avergonzar a cualquier padre que se precie.
Así que todos gilipollas, todos contentos. Y el psicólogo pasmado.</span></div>
Luis Recuencohttp://www.blogger.com/profile/08558697645080566488noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5643053847667156465.post-43780577210022062032016-05-28T00:12:00.001+02:002016-05-28T07:06:31.692+02:00Vuelvo para quedarme<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Hace tanto tiempo que no escribo que
tengo la certeza íntima de que habría olvidado cómo se escribe si
alguna vez hubiera sabido escribir. Podría ofrecer mil excusas para
justificar este alejamiento de las palabras escritas, pero ninguna
sería cierta, de ahí que se las denomine 'excusas'. La pura verdad
es que soy un vago y un inepto que evita escribir porque poner
ciertas certezas sobre un papel me hace comprender la verdadera
magnitud de mi desidia. Trato de esquivar mis pensamientos alejándome
de todo aquello que los evidencie con su verdadera naturaleza de
inevitabilidad. Por eso no me acerco al teclado desde hace meses y he
convertido la excusa, cualquier excusa, en una rutina diaria para no
acercarme demasiado al territorio de las musas, ni caer en la
tentación de probar qué se siente tecleando palabras como era mi
costumbre.
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Hoy he pasado de mi propia censura y me
he puesto a escribir estas líneas a ver qué siento. Y lo que siento
son cosas contradictorias, buenas y malas, alegres y tristes,
sentimientos en conflicto que imagino son la base de la vida. Creo
que he estado equivocado muchas veces en mi vida, y me parece que
este exilio literario autoimpuesto ha sido uno de mis mayores
errores. Espero volver a escribir, no me concibo sin escribir,
necesito escribir.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span></div>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">A partir de ahora solo hace falta ser
consecuente conmigo mismo y no traicionarme más. Dejarme llevar por
el dulce impulso de escribir y no tachar demasiado de lo escrito.
Solo se vive una vez, pero quien descubre los infinitos universos que
se pueden crear con las palabras, puede tener tantas vidas como
quiera.</span></div>
Luis Recuencohttp://www.blogger.com/profile/08558697645080566488noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5643053847667156465.post-61275512630066460292015-07-02T18:29:00.001+02:002015-07-02T18:56:41.409+02:00Anécdota sobre Dalí<br />
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhKBhgC5x0MwY7zYnmZLfPFcpzwVPITf74-xEZZfPFEKGbBgpgIQ_YOKEJJFoJAx0Tuh_TxwA9DL-YlJskXamBhattldw1-WrSTCAytc-Ieradq5nmLDuQX5CI2UI_DXBq_4i2tMU8uD3hS/s1600/Dali.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhKBhgC5x0MwY7zYnmZLfPFcpzwVPITf74-xEZZfPFEKGbBgpgIQ_YOKEJJFoJAx0Tuh_TxwA9DL-YlJskXamBhattldw1-WrSTCAytc-Ieradq5nmLDuQX5CI2UI_DXBq_4i2tMU8uD3hS/s1600/Dali.jpg" /></a><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;">Refiere
Fernando Arrabal una anécdota sobre Dalí que tal vez arroje alguna
luz sobre la compleja personalidad del pintor. Según cuenta el
escritor se encontraban ambos en Nueva York y Dalí invitó a Arrabal
a una fiesta privada en la que era muy posible que se dieran
prácticas orgiásticas.</span><br />
<a name='more'></a><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"><br /> </span><br />
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;">Fernando le confesó a Dalí que en aquella
época era casto y le gustaría seguir siéndolo, así que prefería
no asistir a la fiesta. Dalí no dudó en afirmar con su acostumbrada
vehemencia que él iba solo por las copas y que de ningún modo
estaba interesado en el sexo, al menos no en esa clase de sexo. Tras
algún tira y afloja Arrabal accedió a acompañar a Dalí al evento.
Refiere Arrabal que nada más entrar en el apartamento donde se
celebraba la juerga se toparon con una dama completamente desnuda y a
cuatro patas, con la popa apuntando hacia ellos. Dalí se quitó
junto a su ropa todo escrúpulo (si es que lo había tenido) y se
lanzó sobre la chica olvidando por completo a Arrabal y la promesa
que le había hecho. Y así estuvo, dale que te pego, hasta que
finalizó la fiesta. Luego se vistió y se compuso pulcramente el
bigote, el pelo engominado, y el atuendo. Pasó su brazo por el del
aturdido y cansado Arrabal y regresaron paseando y hablando de
banalidades en la fría madrugada neoyorquina.</span></div>
Luis Recuencohttp://www.blogger.com/profile/08558697645080566488noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5643053847667156465.post-19649275928158850532015-05-22T03:33:00.000+02:002015-05-22T03:33:29.879+02:00
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<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">A veces, tal vez demasiadas, cuando me
encuentro en una encrucijada de caminos, me encasquillo, cojo
perlilla y no sé hacia dónde tirar. Me suele pasar más cuando uno
de los caminos tiene que ver con mi salud, cosas de ser
hipocondríaco. Me ofusco de tal manera que lo veo todo negro o rojo
-tanto da- y no hay luz al final del túnel ni voz meliflua que me
anime a ir hacia ella -hacia la luz-. En esas ocasiones me siento tan
ínfimo y tan pusilánime que llego a despreciarme como humano y
también como ser viviente porque ni al débil instinto que aún me
queda atiendo. Me limito, lo confieso, a sentarme enroscado sobre mí
mismo, con la cabeza entre las piernas y las manos tapandome los
oídos, esperando el vano milagro de que todo se solucione por arte
de magia y yo salga bien parado del atolladero que de seguro he
provocado yo mismo. Como la situación de espera milagrosa no puede
durar, a menudo soy presa de la ansiedad y la angustia, que combato
con ansiolíticos y angustiolíticos de fácil acceso: alcohol,
valiums, y poco más. A veces surten efecto, a veces no, y siempre
que la ingesta haya sido moderada las consecuencias, al día
siguiente, apenas se notan. Pero cuando a uno se le va la mano... En
fin, como corolario extraería la máxima de que siempre que se pueda
no se enrosque uno tapándose las orejas para no escuchar lo
inevitable, porque lo inevitable es lo que nos sucede habitualmente.
O sea, la vida.</span></span></div>
Luis Recuencohttp://www.blogger.com/profile/08558697645080566488noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5643053847667156465.post-36539616046009330282015-01-10T02:41:00.000+01:002015-01-10T04:42:33.876+01:00La lengua y la mala praxis<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;">No encuentro explicación a la falta de
respeto que se tiene a la gramática por parte de los periodistas, sobre todo de
los deportivos. Hace ya algunos años que la preposición 'sobre' se
ha convertido en muletilla para los narradores de partidos de fútbol
-sobre todo- fagocitando lingüísticamente a otras preposiciones más
adecuadas para según qué expresiones. He aquí algunos ejemplos:</span><br />
<a name='more'></a><br />
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;">-'Falta sobre Pepe'. Lo correcto sería:
“Falta a Pepe”.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;">-'Fulanito lanza sobre Menganito': por
'hacia Menganito' o 'a Menganito'.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;">-'El defensa carga sobre el delantero'.
Por 'el defensa carga contra el delantero'.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;">-La que más me irrita: 'Ramos encara
contra Messi', por 'Ramos encara a Messi'.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;">La lengua de una sociedad está en
continua evolución, como la misma sociedad, pero estos malos usos
del idioma por parte de profesionales que supuestamente lo dominan no
hacen sino empeorar deliberadamente la salud de una lengua que sigue
viva y llena de riqueza después de unos cuantos siglos de andadura y
maduración. Sería de agradecer que personas que han sacado una
licenciatura en periodismo pongan el mayor esmero, cuando utilizan el
idioma de tantos, en usarlo según las normas de estilo que
aprendieron en la universidad. Y, a quienes los contratan, no estaría
de más pedirles que incluyeran una breve prueba de buen uso del
idioma como requisito indispensable para ofrecerles un contrato de
trabajo. Porque en este país nos gusta quejarnos de lo poco que se
ofrece a los contratados sin ponderar las contraprestaciones
legítimamente reclamables.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<br />
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;">Muy de tarde en tarde, pensamos -yo, al menos, lo pienso- que los
futuros profesionales de la comunicación deberían conocer las
herramientas básicas de su oficio: las palabras. No todo son
derechos en un país libre y democrático, también hay
responsabilidades inexcusables que suponen deberes que cualquier
profesional debe asumir para aspirar a un puesto de responsabilidad.
Y el de comunicador de masas es un empleo fascinante con una enorme
carga de responsabilidad. Asuman los aspirantes a periodistas -y sus
futuros jefes- dicha responsabilidad y estén dispuestos a
supervisiones -con sanciones, si procediesen- por parte de las
administraciones competentes en el campo cultural, y esbocemos un nuevo escenario donde los comunicantes -además de comunicar- vayan enseñando al espectador-receptor-sujeto comunicado a utilizar las herramientas básicas para que también él pueda comunicar con otros -o a otros- sin violentar las reglas básicas de cualquier comunicación y que comienzan por el buen uso del propio idioma.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;">Lo que no veo del
todo es un consenso que comprometiese a todas las partes en la
aceptación de las normas gramaticales idiomáticas y mucho menos en su
cumplimiento obligatorio. Porque, al ser viva, la lengua, aun la
estatuída, crea sus propias trampas. Y si a un tramposo -pongamos que por analfabeto- se le ofrecen trampas...</span></div>
Luis Recuencohttp://www.blogger.com/profile/08558697645080566488noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5643053847667156465.post-5286979276449635652014-12-28T05:51:00.003+01:002014-12-28T05:51:23.359+01:00Relato de Navidad
<style type="text/css">P { margin-bottom: 0.21cm; }</style>
<br />
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">Era difícil avanzar en aquel
territorio donde llovían bombas y proyectiles desde la oscuridad. Él
lo comentaba como un reproche, pero ella sabía lo que estaba
haciendo. Reunidos bajo el esqueleto de hormigón de un edificio
tomaron aliento. Él insistía, pero qué hacemos aquí, hacia dónde
vamos. Ella solo apretaba los labios y seguía los dictados de su
convicción: avanzar y avanzar. Cruzaron la calle con mucho riesgo;
delante, ella, con un bulto de enseres estrechado por sus brazos,
detrás él, mirando alocado hacia todas partes, tratando de adivinar
el origen de una bala mortal para esquivarla a tiempo. Vano intento,
bien lo sabía, pero su amor por ella era tan inmenso como sumiso; y
la seguía en su loca huída. Salvaron la acera en la noche oscura y
se internaron en un edificio medio derruido que alzaba su tétrica
silueta entre los destellos de las armas. No puedes más, mi amor,
dijo él con voz rota, y era verdad: ella no podía más. En un
portal abandonado y ruinoso ella se dejó caer, vencida por el
agotamiento. Él la abrazó, dijo que lo esperara un momento y
recogió a tientas trozos de madera y alguna yesca cercanos para
encender un fuego. Volvió junto a ella, amontonó lo recogido y se
dispuso a prender la madera. Entonces un grito ahogado de ella lo
sobresaltó. Es la hora, decía ella entre resuellos y sofocos, es la
hora; este es el lugar. Él prendió la candela, que lo primero que
iluminó con sus llamas dubitativas fueron sus propias lágrimas.</span></span></div>
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span></span>
</div>
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">Se conocieron en la universidad d Tel
Aviv, casi nueve meses antes. Él se enamoró al instante. Era una
mujer atractiva, libre y con convicciones firmes. Lo que siempre
había soñado en una mujer. Supo que se llamaba Miriam y que
estudiaba ciencias políticas. Se convirtió en asiduo de las
fiestas-mítines de Miriam en locales transgresores y alejados donde
ella exponía los principios de sus convicciones políticas. Judíos,
musulmanes y cristianos debían llegar a un acuerdo de mínimos a
partir del cual consensuar una política internacional libre de
violencia y atropellos. Sobre todo los que sufrían los más débiles:
los palestinos como Miriam, cuyo nombre en cristiano era María, para
colmo.
</span></span></div>
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span></span>
</div>
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">Ni siquiera la influencia de Miriam
logró sacar a Yusuf de sus cavilaciones obsesivas sobre la Torá.
Judío practicante desde muy pequeño -nació en una familia de
ortodoxos hebreos llegados a Sión con las primeras oleadas de
inmigrantes-, jamás dudó que el estado de Israel fue instituido en
tierras palestinas por voluntad divina. De carácter conciliador, su
fundamentalismo religioso quedaba difícilmente reprimido en su mente
de agudo raciocinio y no influía en sus creencias vitalistas acerca
de una ciudadanía pluricultural que enriquecería con sus diferentes
teorías y visiones teológicas el alma de la nación judía, por fin
incorporada a su cuerpo, a su tierra prometida. Pero, en el fondo de
su mente, siempre estaba aquella duda que lo torturaba: ¿tienen
también ellos razón? Sé que son mis iguales, pero a veces, con su
comportamiento... Pero enseguida pensaba en Miriam, y todo su
universo intelectual cambiaba...</span></span></div>
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span></span>
</div>
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">Cuando su familia supo que su novia
palestina estaba embarazada se armó un buen cisco. Yusuf estaba
preparado para la discusión culta y creativa desde muy niño, pero
descubrió que aquellos mismos que tanto se preocuparon porque su
alma fuese libre -respetuosa con las leyes de su religión, pero
libre- ahora le reprochaban una traición sin nombre. Sí, Miriam era
una palestina israelí, una palestina que había escogido quedarse en
el nuevo estado hebreo con su identidad musulmana. No había huido,
como tantos otros palestinos, buscando recursos para una reconquista
de la tierra usurpada. Pero todo tenía un límite, una cosa era
tolerar a esos musulmanes pacíficos y otra establecer vínculos
sagrados con ellos, vínculos como el matrimonio. Yusuf se encontraba
en una situación inusual y, por supuesto, desesperada. Tenía que
hacer una elección.</span></span></div>
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span></span>
</div>
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">La noticia que recibió Yusuf de su
amigo el doctor Laksan perturbó aún más la situación. Miriam era
estéril. Nunca podría concebir hijo de varón. Yusuf quedó
confuso, Miriam le había comunicado el embarazo, meses atrás, con
una alegría y una ilusión que lo reconciliaron con el papel de
padre. Quería, deseaba ser el padre del hijo de Miriam. Un padre que
enseñaría a su retoño que ser fruto de madre palestina y
musulmana y padre hebreo era una bendición y, quién sabe, acaso el
inicio de un acercamiento político entre etnorreligiones enfrentadas
durante milenios. Enseñaría a su hijo a ser conciliador, como él
lo era, y batallador, como su madre.</span></span></div>
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span></span>
</div>
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">A pesar de todo, Yusuf, el profesor
Josephus, como le llamaban sus compañeros de universidad, decidió
confiar en Miriam y en el hijo de ambos. Y la siguió. La siguió a
pesar de tantas dudas. Fue tras ella por donde ella quiso sabiendo
que no podía ser el padre del niño. Que ningún humano podía ser
el padre del niño. Atravesaron campos de combate, pueblos en ruinas,
buscaron sin conseguirlo comida decente...</span></span></div>
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span></span>
</div>
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">Hasta que aquella noche, por fin,
Miriam dijo :”Esta es la hora y este es el lugar”.</span></span></div>
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span></span>
</div>
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">Josephus no tenía móvil, lo había
perdido en el camino. ¿Cómo avisar a alguien? ¿A quién avisar?</span></span></div>
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span></span>
</div>
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">Una perra recién parida y un gato se
arrimaron al calor de las llamas de Josephus. Miriam gritó por
última vez. El siguiente grito, que derivó en llanto mortecino, fue
el de un recién nacido al que se arrimó la perra ofreciéndole sus
ubres. El niño bebió la leche. La madre, desfallecida, pareció
desvanecerse del mundo, cumplida su misión. Un enorme cohete estalló
en el cielo nocturno y su resplandor semejó al de una estrella.</span></span></div>
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span></span>
</div>
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">La pequeña ciudad se llamaba Belén.</span></span></div>
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span></span>
</div>
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span></span>
</div>
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span></span>
</div>
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span></span>
</div>
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span></span>
</div>
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
Luis Recuencohttp://www.blogger.com/profile/08558697645080566488noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5643053847667156465.post-52964863735845019932014-12-09T03:55:00.002+01:002014-12-09T03:55:35.528+01:00Dos cordilleras
<style type="text/css">P { margin-bottom: 0.21cm; }</style>
<br />
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">Los Pirineos (o el Pirineo) es una cordillera que hace
de frontera natural entre Francia y España. De picos majestuosos y
complicados, se extiende desde el Cantábrico al Mediterráneo. Pero
es en el Pirineo Central, con Ordesa y Monte Perdido, las Tres
Sorores, Brecha de Rolando, Añisclo, Pineta, y la francesa Gavarnie,
en la zona occidental; y con Benasque y Cerler rodeados por Aneto, La
Forcada, La Maladeta, Posets, pico Maldito, pico Perdiguero, de
Russell, de Vallibierna y Tuca de les Culebres, pico Salvaguardia,
junto a Vall dÉstós con sus Gorges Galantes (y sus 'barbas de
profeta', líquen que cuelga de las ramas de los árboles y cuya
presencia es garantía de una limpieza absoluta de la atmósfera del
sitio), uno de los valles más bonitos del mundo, en la parte
oriental.</span></span></div>
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span></span>
</div>
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">Todo esto sin salir de la provincia de
Huesca. La riqueza de estas montañas y valles, que forman parte bien
del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, bien del Parque
Natural Posets-Maladeta, atesora cientos de especies animales y miles
de especies florales. El senderismo por aquellos parajes de
pendientes inacabables, aire limpio y cielo azul es un privilegio y
una aventura que cualquier aficionado a la montaña debería intentar
alguna vez en su vida. Andas y andas por un estrecho valle o una
ladera redondeada para descubrir de súbito un lago con truchas y
tritones, o un arroyo de torrentera por el que fluyen aguas
exquisitas, o una flor de caprichosos colores y formas que solo crece
allí. Nunca hay aburrimiento, pesadez ni desilusión. La naturaleza
pirenaica te ofrece cada día un espectáculo bellísimo y explosivo
de luces y sombras cambiantes, como si jugaran con los bosques al
escondite, un espectáculo que se te antoja solo para ti.</span></span></div>
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span></span>
</div>
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">
</span></span><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgIxH2tmdUgB6WtuhUd2Ym2keULHO2uBWb9qp1pr0cGijJX1dhydDaazlKJHlrLr5G2U9Xh9VwVsWUdr0IefRifIMydjDYTOZF9KJLZ49MN-Yvy51BCctIMRTukI1x5UKoupEq1A5c_p_43/s1600/MONTAN%CC%83A.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgIxH2tmdUgB6WtuhUd2Ym2keULHO2uBWb9qp1pr0cGijJX1dhydDaazlKJHlrLr5G2U9Xh9VwVsWUdr0IefRifIMydjDYTOZF9KJLZ49MN-Yvy51BCctIMRTukI1x5UKoupEq1A5c_p_43/s1600/MONTAN%CC%83A.jpg" height="300" width="400" /></a></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">Mucho más al sur y casi paralelo al
Pirineo se extiende de occidente a oriente la cordillera formada por
el Gran Atlas y el Atlas Medio. Nace en la costa atlántica marroquí
y atravesando a lo ancho todo el país se interna en Argelia y acaba
en Túnez. Aun careciendo de la frondosidad del Pirineo, el Atlas
tiene un atractivo peculiar que seduce a cualquier montañero. En la
cara norte, varios valles, como el de Imlil, salpican de pueblecitos
las faldas del macizo montañoso en un mosaico sobrio y perturbador,
presidido por la Kashba du Toubkal: un albergue con formas de
monasterio tibetano. Desde esta kashba se suele iniciar el camino que
lleva al Toubkal, techo de la cordillera debido a sus 4167 metros.
Las rutas por el valle del Imlil son muy distintas a las de los
pirineos. No hay apenas flora y la fauna mamífera la componen
pequeños roedores, rebaños de cabras diminutas y algún perro. Pero
la caprichosa orografía desnuda de las montañas junto a los
sedimentos de siglos desparramados con precisión cartesiana sobre el
suelo de tierra dura y roca o sobre neveros, confiere al paisaje un
aire de irrealidad que puede ser mareante. La belleza muda y sin
adornos a la que los milenios han ido dando forma deja al viajero con
la boca abierta, y un efímero atisbo de infinitud lo sobrecoge y lo
estremece. En la cara norte del Atlas, el Toubkal, su pico más
elevado, contempla impertérrito las ciudades de Marrakesh y de Fez,
que fueron, tiempo ha, capitales de dos reinos poderosos. Nieve y
frío acompañan casi todo el tiempo (excepto en verano) en sus
largas caminatas al viajero, y su pensamiento siempre está puesto
(aunque no se de cuenta) en la cima del Toubkal.</span></span></div>
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span></span>
</div>
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">La cara sur del Atlas es muy diferente.
También nevada en las cumbres, desciende hasta los valles sobre una
orografía lisa, sin farallones de roca ni sedimentos pétreos.
Desemboca con sus ríos en fértiles valles, como el del Dades o el
del Todra, no sin antes dibujar unos profundos y estrechos
desfiladeros que semejan templos faraónicos y que son codiciados por
escaladores de todo el planeta. Al final de los valles, ya en la
planicie, hermosos pueblos se erigen sobre oasis fluviales que
proveen de abundante alimento a las tierras para que sean cultivadas.
Allí el clima y el suelo son muy parecidos a los de Andalucía, así
que no es de extrañar que los cultivos sean también semejantes.
Olivos, naranjos, limoneros, acebuches, yucas, granados, se extienden
por las pequeñas parcelas familiares, minifundios de tierra buena y
fértil que constituyen la ocupación y el sustento de sus
propietarios. Se le antoja imposible al viajero la existencia, muy
por encima de estas tierras amigables, de un pico abrupto y soberbio
que se yergue orgulloso no muy lejos del Toubkal, al que mira
directamente a los ojos: es el Ighil M'Goun, que con sus 4071 metros
se alza como el segundo pico más alto del Atlas.</span></span></div>
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span></span>
</div>
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">
</span></span><div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">En estas grandes cordilleras, Pirineos
y Atlas, ha pasado el viajero casi la mitad de este año. Ha subido
sufriendo empinadas pendientes hasta llegar a cimas o altiplanicies
cuyas bellezas han compensado con creces los esfuerzos que fueron
precisos para contemplarlas. Con la fronda interminable del Pirineo
el viajero se ha extasiado y lágrimas felices han mojado sus
mejillas. El mismo éxtasis gozó y lágrimas gemelas a las del norte
empañaron sus ojos ante la infinitud ascética del Atlas. Y el
viajero sabe que ahora sabe un poco más, que es algo menos tonto y
un poco más humilde. La montaña eterna tiene para el viajero la
penúltima palabra. La última, como es sabido, pertenece al tiempo.</span></span></div>
Luis Recuencohttp://www.blogger.com/profile/08558697645080566488noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5643053847667156465.post-677946383278334942014-10-09T04:24:00.004+02:002014-10-09T04:24:56.171+02:00Amor asesino III
<br />
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;">Luisa y yo llegamos a un acuerdo. Sobra
decir que el amor que sentíamos el uno por el otro era tan intenso y
físico como romántico y etéreo. Un amor perfecto, duradero,
apasionado -excesivo, vamos-, de esos amores por los que matas o por
los que mueres, pero que en definitiva te abocan a una inexorable
contienda de la que no está exenta la violencia, verbal y contenida
al principio, pero necesariamente física después, de consecuencias
previsiblemente nefastas. Por eso Luisa y yo acordamos que si llegaba
la etapa de violencia física a nuestra relación, la fase de los
golpes y de la sangre, nos suicidaríamos. Pero no conseguíamos
ponernos de acuerdo en quién lo haría primero. Nos reprochamos
mutuamente que dudar de que el segundo incumpliría lo acordado no
suicidándose era una horrible falta de confianza del uno en el otro.
Y ambos teníamos razón. Una vez muerto el primero -por mano propia-
qué impedía al que sobreviviese cambiar de opinión y seguir vivito
y coleando. Lo echamos a suerte y me tocó a mí irme antes -llegado
el caso- y confiar en la palabra de Luisa de seguirme al reino de la
muerte. A regañadientes acepté y el acuerdo fue alcanzado. A partir
de ese día y por puro instinto de supervivencia me esforcé en
suavizar nuestra manera de dialogar, de disentir, de convivir. Pulía
las frases, exageraba los ademanes atentos, incluso me adelantaba a
sus pensamientos y deseos y facilitaba su realización. Me convertí
en el amante perfecto. Hasta que un día sorprendí en su mirada un
destello de rencor cuando vio que el chocolate líquido que usé para
adornar su postre preferido no trazaba un dibujo simétrico sobre el
plato. Y supe con seguridad que hiciese lo que hiciese era cuestión
de tiempo que comenzase la violencia. Por eso le sujeté su cabeza
por detrás y deslicé con firmeza el cuchillo de la carne sobre su
garganta, de oreja a oreja. Cayó inerte a mis pies. ¿Y qué creen
que he hecho? ¿Suicidarme? Claro que no, ¿acaso ella se había
suicidado? Nadie puede reprocharme nada, me siento limpio de alma,
libre de culpa, así que no saquen conclusiones precipitadas sobre la
silla en la que estoy subido ni sobre la cuerda que me rodea el
cuello. Digamos que solo soy un sentimental. Estoy seguro de que
Luisa habría hecho lo mismo ¿no creen ustedes?</span></div>
Luis Recuencohttp://www.blogger.com/profile/08558697645080566488noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5643053847667156465.post-23440559975675781232014-09-16T23:13:00.000+02:002014-09-16T23:14:51.819+02:00Sueños irreductibles<br />
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;">En
su libro 'Straw dogs' ('Perros de paja') el pensador británico John
Gray desmonta por reducción al absurdo la idea de una 'voluntad'
humana inmanente. Los datos que aporta para sustentar su tesis, fruto
de concienzudos experimentos científicos, parecen inapelables.</span><br />
<a name='more'></a><br />
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"> No
existe el libre albedrío. Somos como somos y hacemos lo que hacemos
porque sería físicamente imposible ser de otro modo o hacer algo
diferente. Nuestra naturaleza está sujeta a unas leyes insoslayables
a las que obedecemos con la convicción ilusoria de que actuamos con
criterio propio y soberano. Creemos regir sobre nuestros destinos
cuando ni siquiera somos responsables de nuestros actos. Bueno, vale,
será así, no digo que no, solo digo que Shakespeare construyó su
universo genial sobre esa premisa determinista (sin avales
científicos en su época) y ese mismo universo nos sigue conmoviendo
siglos después porque está forjado con la materia de los mitos y de
los sueños eternos. Podremos no tener elección, pero tenemos la
capacidad de tener sueños, que son el alma de la esperanza. Y la
esperanza se sale de todas las ecuaciones deterministas y nos
devuelve la ilusión de voluntad propia y de libre albedrío. Seremos
pues marionetas del destino pero siempre que nos creamos únicos
seremos libres a pesar de las evidencias científicas. Yo, por
ejemplo, soy el rey Arturo. ¿Alguien se atreve a negarlo?</span></div>
Luis Recuencohttp://www.blogger.com/profile/08558697645080566488noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5643053847667156465.post-30135080235870458952014-09-16T08:29:00.001+02:002017-06-07T16:04:07.735+02:00Amor asesino IISé que Luisa y yo nos queremos, siempre nos hemos querido; a nuestra manera. El amor es un campo muy extenso para reducirlo a un proceso de idealización del otro y a un intercambio decreciente de deseo. Digo decreciente porque la idealización, el altruismo sublimativo con que al principio al menos vemos a la otra persona pronto choca con el sano egoísmo de dar por sentado que también ella nos ve así o debería; tendría que ser así, pero ¿y si no? Y esa pregunta inevitable y dolorosa introduce la duda en la hasta entonces inmaculada relación afectiva.<br />
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</div>
</div>
<br />
Y la duda lo echa todo a perder, incluso el deseo (o empezando por el deseo). Pero esto solo se da en aquellos que, como he dicho, reducen el infinito registro amoroso a un infantil babeo contemplativo y a una serie finita de cópulas con diferentes grados de disfrute y que acaban por ser un mecanismo reflejo que justifica y cifra la relación amorosa.<br />
<br />
<br />
Luisa y yo siempre supimos que el amor eterno, el que sobrevive a los amantes y perdura en líricas que se narran o escriben desde los anales del ser humano, ese amor solo es posible si la muerte acude a tiempo e impide la perversión de los sentimientos, la putrefacción de lo sublime, el ocaso de lo sagrado. Los amantes deben decidir cuanto antes su propia extinción en aras de su amor. Por eso, y sabiendo cada uno que el otro hará lo propio, no dejamos de pensar en asesinarnos. Me explico. Yo tengo que matar a Luisa y ella lo sabe, como yo sé que ella me tiene que matar a mí. Pero aquí, como en el orgasmo, lo difícil es lograr la simultaneidad. Porque si no se diese esa simultaneidad nuestro amor habrá sido un fracaso.Tenemos que asesinarnos -no suicidarnos, ojo- al mismo tiempo y eso requiere una completa ignorancia por parte de ambos de las intenciones concretas del otro, del momento elegido por cada uno para matar al otro, aunque ese momento deba ser paradójicamente el mismo.Difícil, ¿verdad?<br />
<br />
Es un proceso devastador que pone a prueba el amor que sentimos sacando de cada uno lo peor. Rencor, celos, envidia, sobre todo odio. Llegas a detestar al otro con toda tu alma, porque lo quieres con toda tu alma, y así como el amor reclama vida, tiempo, el odio solo persigue la aniquilación, de ahí que el amor se convierta por momentos en odio, porque solo con odio se mata y es preciso odiar a quien amas si lo quieres muerto. Hace unas pocas semanas contraté a un detective para que siguiera a Luisa y me mantuviese informado de cada uno de sus movimientos. Hoy me ha informado de que ella ha contratado a otro detective con el mismo fin. Cada uno sabemos puntualmente lo que hace el otro, así que el elemento sorpresa queda anulado, a no ser... A no ser que alguno logre engañar al otro sin engañarlo de veras; es decir, hacer como que lo engaña y que el otro le siga el juego.Sería una especie de acuerdo sobreentendido, porque no podemos acordar nada, violaría las reglas del juego.<br />
<br />
Mañana llevaré a Luisa al circo, disfruta como una niña cuando tenemos oportunidad de ir. El número del lanzador de cuchillos le fascina. A través del detective he sabido que el tipo que lo pone en escena, un tal Mandoletti, es corrupto. Cuando Mandoletti pida un voluntario del público Luisa será la elegida, un foco enorme dirigirá un haz de luz hacia donde esté sentada y el showman la invitará a subir (no podrá negarse, pero entonces sabrá que lo he preparado yo, ¿lo tendrá presentido? Por nuestro amor, espero que sí, que me dé la réplica a tiempo) y le lanzará los cuchillos uno a uno y fallará todos los cuchillos excepto uno: el que la matará.<br />
<br />
Sentados en nuestros asientos, disfrutamos del espectáculo circense. Una orquesta de luces y un estruendo anuncian el número de Mandoletti.Tras unas palabras grandilocuentes cuyo fin es crear la máxima expectación un foco se detiene y un enorme haz de luz se congela sobre Luisa. Ella sonríe nerviosa, me mira, me guiña un ojo, se levanta y va hacia el escenario. Todo sucede como se planeó. El último cuchillo siega la yugular de Luisa y un chorro de sangre fluye con violencia de su garganta. El público chilla, muchos se levantan y corren despavoridos desoyendo la petición de calma que brama un altavoz. Una cortina se incendia debido a un cable cortocircuitado. La desbandada es infrenable. Me siento pisoteado,zarandeado como una marioneta. Alzo la mirada desde el suelo y veo unzapato de mujer sobre mi cara. Miro por entre las sombras el escenario y veo a Luisa con la cabeza ladeada, una débil mueca de contrariedad dibujada en su semblante lívido. Es ese preciso instante el pie de la mujer cae con fuerza y el tacón de aguja del zapato me atraviesa la garganta, me siega la yugular, sangro a chorros. Me levanto como puedo hasta que Luisa me ve desde la distancia. Antes de morir una sonrisa deforma su rostro y, con un último suspiro, muere en paz.<br />
<br />
<br />
Me voy muriendo con perplejidad. Ha sido el azar, no la sincronía premeditada, el que ha obrado el milagro. Ella no supo sospechar, su amor pudo con el odio; Dios la bendiga. Entre penumbras distingo el rostro sonriente de Mandoletti. Se saca de los bolsillos de la chaqueta sendos fajos de billetes que sostiene frente a mí con ambas manos. Me guiña un ojo.Luis Recuencohttp://www.blogger.com/profile/08558697645080566488noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5643053847667156465.post-76100736075511762672014-08-26T01:57:00.000+02:002014-08-26T02:48:57.747+02:00Amor asesino<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;">Estoy a oscuras en mi camarote con la
oreja pegada a la puerta que comunica con el camarote contiguo. Luisa
y yo habíamos acordado que sería mejor ocupar estancias diferentes, aunque
juntas y con una puerta que las comunicaba muy convenientemente por
si se producía la reconciliación que yo tanto deseaba y entonces
bastaría con dejar abierta esa puerta para unir los dos camarotes.</span><br />
<a name='more'></a><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;">
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;">La idea del crucero había sido mía.
Cada uno sabía desde tiempo atrás de las infidelidades del otro. La
mentira, el engaño, se habían instalado como una rutina en nuestra
relación. En el fondo nos queríamos -yo al menos quería a Luisa
con locura- pero lo que había comenzado casi como un juego (el
adulterio como prueba de amor a través del perdón del engañado) se
nos había ido de las manos. Últimamente se trataba más de hacernos
daño que de buscar signos de un amor incondicional. Habíamos
iniciado un descenso a los infiernos en el que sufríamos cada vez
más, y aquello ya no se podía detener. Había que buscar una
solución rápida y eficaz para terminar con tanto sufrimiento. Y se
me ocurrió lo del crucero.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;">Los primeros días fueron tranquilos:
ninguno de los dos llevó a nadie a su camarote. Era lo normal porque
así lo habíamos pactado, sería una tregua en la que nos
respetaríamos y ese respeto sería con suerte el primer paso de
nuestro acercamiento. Disfrutábamos de las diversiones incluidas en
el programa del barco. La que más nos gustaba era el show de
Mandoletti, un truhán muy hábil tragando sables, lanzando dagas
sobre una ayudante que se retiraba, una vez arrojados todos los
cuchillos, para dejar ver cómo estos habían dibujado su silueta
sobre una tablón de madera sin ser ni siquiera rozada por un cuchillo.
También hacía Mandoletti un numero con serpientes venenosas que
ponía los pelos de punta, al menos a mí, que tanto pánico me han
producido siempre las serpientes.
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;">La tarde anterior, mientras
comtemplábamos fascinados el show de Mandoletti se me ocurrió la
idea. Tenía que saber que Luisa cumpliría lo pactado y de ese modo
no tendría ya duda alguna de su amor. No me costó mucho convencer a
Mandoletti. Ya he dicho que era un truhán y yo podía darle mucho
dinero si colaboraba. Durante el día cortejaría a Luisa y trataría
de que ella lo invitase a su camarote después de la cena.
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;">Con la oreja apoyada en la puerta
divisoria oigo con claridad cómo es abierta la puerta del camarote
de Luisa. Yo había apagado la luz del mío para que creyese que
estaba dormido. Ruidos de arrumacos primero, un grito sofocado
después. Tan nervioso estoy que apenas me percato de una rápida
punzada en mi pie derecho. El trato con aquel individuo era que si
Luisa se entregaba él, le clavaría un cuchillo en el corazón.
Nadie sabría identificar al asesino porque el truhán había
convenido una coartada inapelable con su ayudante. No puedo asimilar
que Luisa me haya engañado de nuevo. Me siento en el suelo sin
fuerzas, mareado, profundamente herido por lo que he visto. Luisa
muerta por su incapacidad de corresponder a mi amor, por faltar a la
promesa que me dio. Siento sueño. Oigo que mi puerta se abre y
alguien enciende la luz. Es Mandoletti. Lo veo recorrer la estancia
con ojos de halcón hasta que ve a la serpiente y la recoge con
cariño, acariciándola como a un perrito.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;">-El amor, amigo mío -dice con voz
grandilocuente-, es un sentimiento que encierra la semilla de la
fatalidad y la desgracia. Hay que dejarlo estar, no hacerlo enfadar,
porque nos puede enseñar su otra cara: el odio. Si ponemos a prueba
al amor nos acaba destruyendo.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;">-Pero yo le pagué muy bien -digo con
un hilo de voz-, ¿por qué me hace esto?</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"><br />
</span></div>
<br />
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;">-Repito que el amor lleva consigo la
fatalidad. Su mujer, amigo mio, también estaba poseída por esa
fatalidad que nace de la distorsión del amor. Cuando me acerqué a
ella me caló de inmediato y me hizo confesar su plan, y me pagó una
suma muy jugosa por acabar con usted, dejándola viva a ella, claro.
Pero he decidido acabar con los dos para que no haya testigos, y
también porque soy un romántico, querido amigo. Le confieso que
nunca había conocido a una pareja tan enamorada que se odiase tanto.</span></div>
Luis Recuencohttp://www.blogger.com/profile/08558697645080566488noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5643053847667156465.post-75008362805661642572014-08-03T22:08:00.001+02:002014-08-07T15:19:41.122+02:00Un incidente nocturno<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;">Siempre tuve el sueño ligero,
por eso me despertó –o eso creo ahora- aquel ruido sordo como de pies que se
arrastraban sobre la moqueta del dormitorio. Un roce leve y amortiguado que se
iba acercando a mi lado de la cama.</span><br />
<a name='more'></a><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"> Luisa, dormida junto a mí, respiraba a un
ritmo lento y sosegado, ella tenía el sueño profundo. Las pisadas, cada vez más
cercanas, eran firmes, decididas, como de alguien que conocía bien la estancia
y podía recorrerla aun con la luz apagada. Quise encenderla pero no pude, un
miedo repentino causado por un presentimiento turbio de desenlace inminente, me
paralizó. Conseguí, al menos, dirigir los ojos hacia donde dormía mi mujer para
despedirme de ella. Sentí un golpe brutal en la cabeza.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;">Estoy aturdido, confuso, me
siento extrañamente sosegado. Miro, desde un rincón del dormitorio, la cama donde
yace mi cuerpo inerte y sangrante; Luisa se levanta de un salto y corre,
rodeando la cama, hacia el hombre, que sostiene un hacha con mano firme. Se
arroja sobre él, lo abraza, rompe a llorar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;">-Tenía la esperanza de que no
fueses capaz, de que te arrepintieses en el último momento –le dice al hombre,
y dirige enseguida su mirada a mi cuerpo rígido y ensangrentado (a mi cadáver).
El pobre ha muerto sin sospechar siquiera lo nuestro, pero esta horrible manera
de morir… ¡Dios santo! ¿Qué haremos ahora, cariño? ¿Cómo seremos felices con
esto sobre nuestras conciencias?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;">El hombre la aparta de sí con
un empujón, eleva el hacha y la descarga con furia sobre la cabeza de Luisa,
que cae sentada sobre la moqueta, con la boca abierta y los ojos incrédulos; su
cabeza ladeada, sangrante, cae finalmente sobre el escabel de la butaca. El
hombre se dirige al ropero, lo abre y rebusca en el fondo del tercer cajón
hasta encontrar el sobre que yo le había dejado como pago por cometer un
asesinato y una agresión creíble pero no mortal. Cuenta el dinero, sonríe, mira
los cuerpos, se gira y sale por la puerta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;">Comprenderás, Luisa, que
sospechaba, que investigué –que hice investigar- hasta encontrar evidencias. El
soborno fue un trámite fácil, aséptico: la codicia somete los corazones con un
poder muy superior al de cualquier pasión; y aquel plan tan retorcido hasta me
pareció gracioso, una ironía final de marido despechado. Tu muerte fue
metódicamente preparada, cariño. La mía, en cambio, me ha pillado por sorpresa.
Tu amante, mi sicario, nos ha traicionado a los dos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
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<br /></div>
Luis Recuencohttp://www.blogger.com/profile/08558697645080566488noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5643053847667156465.post-74463807676320064082014-04-21T07:07:00.000+02:002014-08-07T15:20:03.956+02:00Mis amigos<br />
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhA7tKk4OnBjGgyHmCw_Di8hvMjRfaO6y1xwQNzQ4yUQR0qFemtY2-ASh3UzX1mzWOE8jTK65mmOfDX9Oq70Oag5gGT50Zc9CrosQQnf1fcDF_WB3qakTT_Bbl8_gW0izejHO-QYba-o2G2/s1600/loro.png" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhA7tKk4OnBjGgyHmCw_Di8hvMjRfaO6y1xwQNzQ4yUQR0qFemtY2-ASh3UzX1mzWOE8jTK65mmOfDX9Oq70Oag5gGT50Zc9CrosQQnf1fcDF_WB3qakTT_Bbl8_gW0izejHO-QYba-o2G2/s1600/loro.png" height="200" width="168" /></a><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;">Me encantan los animales. Tengo seis
perros, tres ponis y un loro. Los perros se comportan como cabe
esperar en los perros; los ponis se pasan el día con la mirada
atenta y fija en algún punto del horizonte, como si esperaran que
algo ocurriese allí en cualquier momento; llevan así años.</span><br />
<a name='more'></a><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"> El loro
es alegre y parlanchín, me llama cuando quiere jugar y emite un
sonido de honda pena cada vez que cojo el coche para salir de casa.
Es curioso que me sienta más unido a estos bichos que a algunas
personas que frecuento con demorada asiduidad. Será porque con ellos
no tengo que hablar -aunque les hablo- ni darles explicaciones ni
pedirles permiso para hacer lo que se me antoje. Nunca se enfadan
conmigo y les parece bien todo lo que hago; nunca recibo reproches ni
se instalan entre nosotros incómodos silencios. Los animales son
comprensivos porque para ellos todo es natural y lo natural no está
contaminado con el cinismo de la moralidad; los animales son seres
amorales, carecen de perversiones y se dejan llevar por sus
instintos; no mienten ni disimulan y su lealtad es inamovible. Mis
perros, mis ponis y mi loro me enseñan cada día cómo debería
comportarme para ser una buena persona, y yo a veces sigo sus mudos
consejos. A cambio, no piden nada salvo un poco de alimento y mi
presencia. Son mis mejores amigos. El loro se llama Juancho.</span></div>
Luis Recuencohttp://www.blogger.com/profile/08558697645080566488noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5643053847667156465.post-66536173468127967162014-04-20T07:26:00.003+02:002014-08-07T15:20:21.030+02:00Otra vez<br />
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;">Hace
muy poco que he recuperado la conciencia de mí mismo y la memoria.
Sé dónde estoy de nuevo y sé que que muy pronto volveré a olvidar
y empezará otro ciclo que recorreré, como ocurrió con los
anteriores, como siempre ocurre, a ciegas, a tientas y a solas.</span><br />
<a name='more'></a><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"> Pero
ahora mismo, en este seno cálido y acogedor, tengo plena conciencia
de la eternidad, poseo las respuestas a todas las preguntas y deseo
la imposibilidad de permanecer aquí ajeno al tiempo y a la desnuda
ignorancia a que me veré abocado en pocos minutos. Resulta patético
no terminar de acostumbrarme a esta sucesión de eclosiones,
emociones y cesaciones que me atropellan, zarandean y dignifican
dentro de mi universo variable, de mis vidas milagrosas y de mis
temidas y absurdas muertes. Nada sucede por casualidad, todo está
escrito, por eso nada importa nada. Viviré de nuevo entre los
hombres y seré uno de ellos, y hasta puede que me sienta dichoso en
mi ignorancia mientras esté con ellos. Puede que tenga una buena
vida desde su punto de vista y desde el mío, porque sus criterios
serán mis criterios, sus prejuicios y sus anhelos serán los míos,
también su gloria y su miseria. O puede que me toque pasarlo mal y
llevar una vida penosa y arrastrada. Tanto da, al final todo termina.
Y después, poco o mucho después, recuperaré como ahora de nuevo la
conciencia y la memoria y sabré que todo forma parte de un juego
infinito, de una interminable melodía, de un cuento escrito para ser
vivido, creado para trascender el universo literario y cobrar vida en
un universo que creeré real y genuino, único y verdadero. Qué
triste saberse impotente sabiendo que con sólo una pizca de voluntad
propia podría cambiarlo todo, terminar con esto de una vez y para
siempre. Pero ahora tengo que prepararme para el proceso de volver a
ser, el seno que me acoge comienza a contraerse, me muevo con sus
movimientos, me siento empujado, desterrado del efímero goce eterno
que cada vida y durante solo unos minutos me es regalado. Alguien me
sujeta por los pies y tira de mí. Es insoportable abandonar este
lugar, este paraíso, no quiero salir, pero un fuerte tirón me
arroja -otra vez- a la luz de una nueva vida y a la amnesia con que
recorreré un nuevo camino, de nuevo a ciegas, a tientas y a solas.
Me sostienen boca abajo cogido por los pies, me golpean la espalda y
oigo una voz grave: “Es un niño precioso, señora, felicidades”.
Es lo último que recuerdo antes de romper a llorar.</span></div>
Luis Recuencohttp://www.blogger.com/profile/08558697645080566488noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5643053847667156465.post-19894588312451936942014-03-13T03:11:00.000+01:002014-08-07T15:20:35.113+02:00Pesadillas<br />
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhjqbnu-koGQC92qe2Ii1PzFEkDPZQPpO4W6xqSVuV_8UcQlqXlTNd82fAOfmB3eYJRSsbo8FzzIXoYdy2xWbeCkI-nYqRygDYLNHMX5mzUByHzPanwqJJ0wCmeBF7EOAB14vua6VHk43H3/s1600/pesadilla.png" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhjqbnu-koGQC92qe2Ii1PzFEkDPZQPpO4W6xqSVuV_8UcQlqXlTNd82fAOfmB3eYJRSsbo8FzzIXoYdy2xWbeCkI-nYqRygDYLNHMX5mzUByHzPanwqJJ0wCmeBF7EOAB14vua6VHk43H3/s1600/pesadilla.png" height="320" width="163" /></a><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;">Soy
propenso a las pesadillas. Llegan en oleadas, a rachas, y como vienen
se van. Duran unos días, unas semanas, y en ese tiempo me amargan
los sueños (y el sueño). Es sabido que los sueños habitan el
universo de lo absurdo, de lo imposible, y pueden llegar a ser
mágicos y también horribles, como en las pesadillas.</span><br />
<a name='more'></a><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"> Cuando sueño
pesadillas despierto en un puro sobresalto, con el corazón empapado
por la enigmática y espesa bruma de las tinieblas más siniestras.
Lo que más miedo me da de las pesadillas es una vaga intuición de
posibilidad que me envuelve y me paraliza como el abrazo de una boa.
No me ocurre, en cambio, con los sueños mágicos, a pesar de que me
alegran el día: son sueños felices e imposibles como los cuentos
infantiles. Las pesadillas nacen, según dicen, en el inconsciente de
las frustraciones y de los miedos, en el lado oscuro del alma, y se
manifiestan en los terrenos del sueño por la fuerza, expulsan de
allí a los sueños buenos y representan, como en un teatro, una
función sin argumento ni orden solo para mí, para mi yo durmiente,
que luego le cuenta muy por encima lo visto a mi yo vigilante, que
se entera de poco y además es un desmemoriado, así que nunca
entiendo casi nada y solo ese poso amargo que las pesadillas dejan en
el ánimo me convence de que he sufrido una. No sé qué pasará el
día que una pesadilla se haga realidad en el universo de lo que
sucede (de lo que me sucede), pero a buen seguro que ocurrirá una
catástrofe de dimensiones siderales, como cuando chocan dos cuerpos
celestes en algún lugar remoto del cosmos. Aunque, bien pensado, eso
ya me ha sucedido; de chico soñaba a veces (y me despertaba
llorando) que me convertía en una persona mayor que ya no tenía
ganas de jugar y que lucía un semblante serio y vestía trajes sin
color. Ahora que soy mayor, siento que a veces se me pasan las ganas
de jugar y veo en el espejo un tipo con semblante serio. Y, aunque no
me pongo ropa sin color, no puedo evitar algunas noches irme a la
cama llorando y deseando con la fuerza con la que desean los niños
que al despertar todo haya sido una pesadilla. </span>
</div>
Luis Recuencohttp://www.blogger.com/profile/08558697645080566488noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5643053847667156465.post-68511792951043690472014-03-11T00:17:00.000+01:002014-08-07T15:23:31.683+02:00Ladrones de tiempo<br />
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: 13pt;">No
hay ladrones de peor ralea que los ladrones de tiempo. Son gente
desalmada que no saben muy bien cómo ocupar sus horas y, frustrados,
las emplean en birlarte las tuyas, para que uno también se joda
(porque no debe de haber cosa más jodida que advertir con impotencia
cómo el reloj de sus vidas no se detiene aunque no les den cuerda o
se agoten las pilas). Entre todos ellos tienen merecida fama los
burócratas y los médicos privados.</span><br />
<a name='more'></a><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: 13pt;"> Del hipertrofiado aparato
burocrático español no diré nada porque ya se sabe todo (todo lo
que no se encuentra <i>sub iudice</i>, se entiende). De los médicos
privados solo diré que si se entregaran con la misma pasión que
ponen en demorarse golosamente con sus pacientes, a declarar sus
rentas sin escamoteo alguno, el fisco nacional gozaría de mejor
salud. Burócratas incompetentes y médicos perezosos representan
sólo una parte del gremio de ladrones de tiempo, porque hay otros
que son peores, otros muchos que, ataviados con el uniforme de la
amistad y en nombre de esta te retienen durante horas con historias
tristes en las que ellos son los mayores perjudicados, incomprendidos
por el mundo y maltratados por la vida. Cuando, ya cansado, les
prestas algo que de seguro nunca recuperarás, se marchan más
contentos que unas pascuas dejándote, amigos leales, a cargo del
abono de la cuenta de la cafetería o restaurante donde te han estado
robando tanto tiempo durante tanto tiempo. Después, si uno se vuelve
huraño y se niega a salir del búnker acorazado a prueba de ladrones
de tiempo, la peña se extraña y te tildan de tipo raro. ¿Qué
tiene de raro que trate de mantener mi tiempo a salvo? Si alguno de
estos ladronzuelos tuviese la menor idea de cuánto necesito yo mi
tiempo para vivir creo que se apiadaría de mí y quizá hasta
intentaría lo que por necesidad es imposible: devolverme un poco del
tiempo que me robó.</span></div>
Luis Recuencohttp://www.blogger.com/profile/08558697645080566488noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5643053847667156465.post-26219033244667768882014-02-20T21:58:00.003+01:002014-08-07T15:23:53.080+02:00Chuang Tzu/Dos coeternos<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">"Chuang
Tzu soñó que era una mariposa y no sabía al despertar si era un
hombre que había soñado ser una mariposa o una mariposa que ahora
soñaba ser un hombre."</span><br />
<a name='more'></a><br />
<span style="font-size: large;"><br /></span>
<span style="font-size: large;">Herbert Allen Giles, <i>Chuang Tzu</i> (1989), del libro <i>"Cuentos breves y extraordinarios"</i>, de Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares.</span><br />
<span style="font-size: large;"><br /></span>
<span style="font-size: large;"><br /></span>
<span style="font-size: large;">Según es fama, Dios Padre no es anterior a Dios Hijo. Creado el Hijo, el Padre le preguntó:</span><br />
<span style="font-size: large;">-¿Sabes cómo hice para crearte?</span><br />
<span style="font-size: large;">Contestó el Hijo:</span><br />
<span style="font-size: large;">-Imitándome.</span><br />
<span style="font-size: large;"><br /></span>
<span style="font-size: large;">Johannes Cambrencis, <i>Animadversiones</i> (Lichfield, 1709), del mismo libro.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;"><br />
</span></div>
<br />
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
Luis Recuencohttp://www.blogger.com/profile/08558697645080566488noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5643053847667156465.post-216523715702276922014-02-18T19:00:00.002+01:002014-08-07T15:24:14.037+02:00Cumbres, metas.<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiMq0jh-JpXwd9ARuO94-NlKVEwBnflKcr011YhkZeA59XL66t9yl4CnRKc3E7crY0JAQMGT5d_GP7idAGwwK7v13wY3-8Dnqle4TLnzFLoVhw4UZW6soE2fHKH0tqpHzILGByFbmx59892/s1600/b2_climber.png" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiMq0jh-JpXwd9ARuO94-NlKVEwBnflKcr011YhkZeA59XL66t9yl4CnRKc3E7crY0JAQMGT5d_GP7idAGwwK7v13wY3-8Dnqle4TLnzFLoVhw4UZW6soE2fHKH0tqpHzILGByFbmx59892/s1600/b2_climber.png" height="320" width="286" /></a></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: large;">Las lejanas cumbres de las
montañas imponían una robustez nívea contra el cielo azul. A
medida que subíamos por serpenteantes senderos y atajos usados solo
por las cabras de aquella región de Marruecos nos invadía una
sensación de lejanía de todo confort que alentaba nuestros
espíritus montañeros en su ascensión.</span><br />
<a name='more'></a><span style="font-size: large;"> Los picos más altos se
elevaban cada vez más en el horizonte y el sendero se volvía más
agreste a medida que se aproximaba, muy lentamente, hacia ellos.
Lucía un sol que a aquella altitud nos agredía con sus rayos sin
filtrar y nos obligaba a usar gafas y cremas protectoras. Habíamos
salido temprano del refugio y a él volveríamos antes de que
nuestros cuerpos padeciesen demasiado castigo. Eran tentativas,
puestas a punto para el no muy lejano día en que intentásemos
conquistar la cumbre del Toubkal, el pico más elevado del Gran
Atlas, al sur de Marruecos. Una meta, como cualquier otra, en
nuestras vidas, pero una meta buscada y deseada por el mero placer de
sentir por unos minutos que habíamos doblegado a la naturaleza, una
ilusión que para algunos como nosotros supone un triunfo personal y
un incentivo en la vida. Hay que ponerse metas y procurar alcanzarlas
y saber disfrutar del esfuerzo que tal fin supone. Si no, la vida
pierde sal, se vuelve insípida. Y uno, aburrido.</span></div>
Luis Recuencohttp://www.blogger.com/profile/08558697645080566488noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5643053847667156465.post-27781753295991190872014-01-31T22:53:00.001+01:002014-08-07T15:24:29.395+02:00El ciervo escondido<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Un leñador de Cheng se
encontró en el campo con un ciervo asustado y lo mató. Para evitar
que otros lo descubrieran, lo enterró en el bosque y lo tapó con
hojas y ramas. Poco después olvidó el sitio donde lo había
ocultado y creyó que todo había ocurrido en un sueño. Lo contó,
como si fuera un sueño, a toda la gente. Entre los oyentes hubo uno
que fue a buscar el ciervo escondido y lo encontró. Lo llevó a su
casa y dijo a su mujer:</span><br />
<a name='more'></a></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">-Un leñador soñó que
había matado un ciervo y olvidó dónde lo había escondido y ahora
yo lo he encontrado. Ese hombre sí que es un soñador.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">-Tú habrás soñado
que viste un leñador que había matado un ciervo. ¿Realmente crees
que hubo un leñador? Pero como aquí está el ciervo, tu sueño debe
ser verdadero -dijo la mujer.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">-Aun suponiendo que
encontré el ciervo por un sueño -contestó el marido-, ¿a qué
preocuparse averiguando cuál de los dos soñó?</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Aquella noche el
leñador volvió a casa, pensando todavía en el ciervo, y realmente
soñó, y en el sueño soñó el lugar donde había ocultado el
ciervo y también soñó quién lo había encontrado. Al alba fue a
casa del otro y encontró el ciervo. Ambos discutieron y fueron ante
un juez, para que resolviera el asunto. El juez le dijo al leñador:</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">-Realmente mataste un
ciervo y creíste que era un sueño. Después soñaste realmente y
creíste que era verdad. El otro encontró el ciervo y ahora te lo
disputa, pero su mujer piensa que soñó que había encontrado un
ciervo que otro había matado. Luego, nadie mató al ciervo. Pero
como aquí está el ciervo, lo mejor es que se lo repartan.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">El caso llegó a oídos
del rey de Cheng y el rey de Cheng dijo:</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></div>
<br />
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">-¿Y ese juez no estará
soñando que reparte un ciervo?</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><i>Liehtse (c. 300 a.C.), recopilado en "Cuentos breves y extraordinarios", Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares.</i></span></div>
Luis Recuencohttp://www.blogger.com/profile/08558697645080566488noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5643053847667156465.post-16322818581582956692013-11-23T10:39:00.000+01:002014-08-07T15:24:48.683+02:00Putos fantasmas<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: medium;">No me considero una
persona aprensiva, pero las cosas que suceden en casa de mi madre es
para reconsiderarlo. La casa tiene tres plantas y está incrustada en
roca encima del mar. Yo suelo dormir en una pequeña habitación del
piso de abajo, no en la mía o la que me destinaron en su momento,
sino en la chiquitita pensada -pienso yo- para invitados.</span><br />
<a name='more'></a><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: medium;"> La
pequeñina del piso más bajo, repito. Pues allí se oyen ruidos muy
extraños, sobre todo taconeos como de mujer terminando su puesta a
punto para un evento social, solo que nunca acaba. Taconea y taconea
y cuando ya estoy por dormirme le surge un último quehacer que me
termina por desvelar. Y así cada noche que paso en esa habitación.
La casa, que yo sepa, ha sido modificada en varias ocasiones, pero
creo recordar que hace mucho tiempo fue una casa de putas, o al menos
eso me dijeron los del pueblo. Así que asociar putas y taconeo es
una idea que me sale del alma, y no es que sea solo un presentimiento
sino una certeza íntima. Una puta que no acaba nunca de, quién
sabe, retocarse por ejemplo para atender a su próximo cliente, o tal
vez tiene un solo cliente que la tiene loca y por eso no acaba con
sus retoques, con sus idas sin descanso al tocador para ofrecerse lo
más guapa posible a su cliente/amado. Pero yo soy un convencido de
la existencia de los fantasmas, así que sus taconeos más que
asustarme me intrigan y a veces me fastidian. Por eso decía lo de
reconsiderar mi falta de aprensividad y acojonarme un poco por ver si
reaccionando como la mayoría de las personas esta puta se da por
satisfecha y deja de jorobarme las noches. Otra posibilidad -fuera de
mi alcance- es que se materializase y me tocase los cojones como
mandan los cánones putíferos, con happy end. Lo de la tarifa es lo
que veo complicado de acordar.</span></div>
Luis Recuencohttp://www.blogger.com/profile/08558697645080566488noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5643053847667156465.post-47103236666193576932013-11-18T05:04:00.002+01:002014-08-07T15:25:14.959+02:00Que te den<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;">Hay maneras y maneras de decir las
cosas. Cada uno las dice como puede, quiere o sabe. A mí me gustan
las maneras de los que solo pueden expresarse de un modo, el que les
dictan sus corazones. Son , valga la redundancia, todo corazón. A
estas personas</span><br />
<a name='more'></a><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;"> no les echo cuenta si dicen algún exabrupto; si, digamos, suenan a brutos o incluso lo son. Al margen de la razón que pueda o no
asistir a sus argumentos destilan sinceridad, son buena gente. Nada
que ver con los que se saben expresar a medida, porque utilizan sus
saberes para manipular las disputas verbales, que de ser escritas se
llamarían polémicas -les invito a buscar la diferencia semántica
entre ambas palabras en un buen diccionario-. Pero lo que más me
divierte es oír razones muy cuestionables expresadas bajo la
ira del momento, por personas que están acostumbradas a la cortesía.
A eso le llamo yo hipocresía </span><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: large;">de lapsus, es decir, que por un momento
de secuestro emocional sacan ellos a relucir sus verdaderos
sentimientos prescindiendo, intuyo que a su pesar, de las buenas
maneras, que pretenden recobrar cuanto antes, pero para entonces ya
es tarde. La gente no es tonta, tontolculo, salvo yo que soy muy tonto, y que al
escribir esto estoy mandando a tomar por saco a un listo muy listo
que se ha pasado y retratado en unos escasos quince minutos. Adiós,
goodbye my friend, que te vayan dando por donde amargan los pepinos.</span></div>
Luis Recuencohttp://www.blogger.com/profile/08558697645080566488noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5643053847667156465.post-57102533526258244172013-11-17T23:02:00.001+01:002013-11-17T23:02:21.859+01:00Lo que yo entiendo por zombi<span style="color: #666666;"><i><b>(Para Francisco Machuca, amigo y escritor excelente)</b></i></span><br />
<br />
<br />
<br />
<div style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: large;">El zombi no es, como dicta la sabiduría
popular -que en latín mal traducido vendría a ser “el pueblo
sabio”-, un muerto en vida, sino un vivo muerto. Y aquí aparece el
lío, porque desde lo más remoto del tiempo se ha creído, se ha
querido creer en la resurrección, en la vuelta a la vida, sea la
misma o distinta, sea como humano o como trilobite. La necesidad, la
urgencia de eternidad siempre ha estado en la base de las religiones,
tal vez por eso el fanatismo que toda religión, tarde o temprano,
acaba por desatar. Vivir para siempre, sin considerar lo desmesurado
de una vida eterna -porque la eternidad, así en abstracto y a bote
pronto, puede parecer un don divino, pero sopesando sus efectos
colaterales uno no puede sino sentir vértigo ante una inevitabilidad
que acabaría por convertirse en condena, quizá en la peor de las
condenas- es eternizar en vida lo concebido par tener un fin. Porque
una vida sin final terminaría siendo una monotonía
aterradora y lúgubre, un desierto sin límites, una montaña sin cima, una cárcel brutal. Pero volviendo al zombi, al zombi de verdad y no
el de las películas ramplonas que quieren asustar con mucho
maquillaje macabro y solo si acaso lo consiguen de manera indirecta
con muchas dosis de mediocridad y una muy lamentable falta de
ingenio, pues ese zombi que es, como ya he dicho antes, no un muerto
en vida sino un vivo muerto, es el zombi que más juego daría como
personaje de película, como protagonista de novelas y relatos, como
objeto y sujeto de pinturas o cuadros; pero también como albañil,
fresador, minero, gánster, bombero, decorador, ortodoncista, jefe de
gobierno, rey y hasta enterrador. Porque ese zombi que es un vivo
muerto es un personaje cotidiano y vulgar, un tipo que aparece en
todas partes. Se le ve casi siempre cuando miramos nuestra imagen en
los espejos.</span></div>
Luis Recuencohttp://www.blogger.com/profile/08558697645080566488noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5643053847667156465.post-68378402800858044972013-11-16T00:19:00.000+01:002013-11-16T00:19:12.703+01:00Merecer o no merecerUno nunca merece lo que tiene, sea bueno o muy bueno, sea malo o muy malo. El verbo merecer pertenece por desmesurado a un ámbito más bien ilógico como la política o el protocolo desmedido en general. ¿Quién merece nada, algo o todo? Nadie y todos, o tal vez quien nada merece es merecedor de todo. Esto lo dijo, me parece, Jesús de Nazaret con otras palabras más claras y puede que también más crípticas. El merecimiento es la meretriz de las palabras, la puta de todos que a todos atiende y que a nadie consuela. ¿Se merece su fortuna el hombre más rico del mundo? ¿Sus penurias la mayoría de las demás personas? ¿Su sufrimiento el depresivo? ¿Su tonta alegría el irresponsable? ¿Su felicidad el bobo? ¿Su éxtasis el inmaculado y beato creyente? ¿Su vergüenza el tímido? ¿Su altivez la bella? ¿Merecemos algo alguno de nosotros? No, para nada, en absoluto. Se vive, se ama o no, se muere. Eso es todo. Así es la vida. Yo, dijo Sabina, por no tener no tengo ni edad de merecer. Se lo merece, digo yo.Luis Recuencohttp://www.blogger.com/profile/08558697645080566488noreply@blogger.com0