Ya no sabes qué técnica usar porque, tras un tiempo, descubres que todas fracasarán. Es lo que el psicólogo Martin Seligman denomina “indefensión aprendida”, que se resume en un estado trágico de incapacidad para responder a los estímulos externos, por muy atractivos que lleguen a ser, debido a un maligno y malintencionado aprendizaje por el que todas las experiencias nuevas las presupones como negativas y nocivas para ti. Yo, Bvalltu, ser de otro planeta y para quien las vicisitudes del que por accidente habito no deberían influenciar, al menos hasta el punto de perder la compostura, proclamo ante el cosmos y el Demiurgo que me siento indignado, o más, colérico, ante los abusos que la operadora de telefonía e Internet Tele2-Comunitel comete impune sobre mí –y tal vez sobre tantos otros-. Llevo casi dos semanas sin acceso al netcosmos y, lo que es peor, sin una excusa mínimamente creíble por parte de quien tiene que darla. ¿Qué hacer? ¿ A quién acudir? ¿Sobre quién verter la bilis de la indefensión? Pago 180 euros al mes. Por favor.
Transcribo el prólogo de la autobiografía del filósofo Bertrand Russell escrito por él mismo: PARA QUÉ HE VIVIDO
Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por el sufrimiento de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación. He buscado el amor, primero, porque conduce al éxtasis, un éxtasis tan grande, que a menudo hubiera sacrificado el resto de mi existencia por unas horas de este gozo. Lo he buscado, en segundo lugar, porque alivia la soledad,esa terrible soledad en que una conciencia trémula se asoma al borde del mundo para otear el frío e insondable abismo sin vida. Lo he buscado, finalmente, porque en la unión del amor he visto, en una miniatura místicala visión anticipada del cielo que han que han imaginado santos y poetas. Esto era lo que buscaba, y, aunque pudiera parecer demasiado bueno para esta vida humana, esto es lo que -al fin...
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