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Mostrando entradas de abril 3, 2012

El cerebro de Einstein

Hace poco se llevó a cabo un experimento carísimo cuyos resultados desbarataban al parecer un postulado esencial de la teoría de Albert Einstein y, por consiguiente, la teoría en sí. Ahora resulta que pudo ser un fraude y el físico responsable del experimento ha dimitido. Una dimisión justificada más por la impertinente osadía de poner en tela de juicio la sabiduría de un sabio que hechizó o supo hechizar a sus contemporáneos con independencia de que estos tuvieran o no alguna noción de física que por los pormenores del experimento. Lo que de verdad entusiasmaba a la gente de Albert Einstein era la excelsa condición de genio que le atribuyeron a partir de su huída a Estados Unidos. Un genio, para los estadounidenses, comparable a Edison, lo que ya era comparar. Esa condición de superhombre tan alabada por todos se buscó en su momento en otros mortales que, a diferencia de Edison y Einstein, acabaron decepcionando por dejar un legado intelectual y no pragmático y utilitario. A ver, no