Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de abril 29, 2009

Miedos

Como vivía con el miedo permanente de ser envenenado por alguno de sus sirvientes, sobornado por alguno de sus innumerables enemigos, hizo torturar a cada persona que servía en palacio, desde el chambelán hasta el último palafrenero, convencido de que el culpable confesaría la villanía que se estaba fraguando contra él. Murieron varios de los torturados y el restó quedó muy afectado, algunos desgraciados de por vida. Tres se confesaron culpables para acabar con los sufrimientos. Se les ajustició públicamente, a pesar de lo contradictorio de sus declaraciones, que formaban tal galimatías que hasta el jefe de seguridad de palacio tuvo que admitir para sus adentros la inocencia de aquellos desgraciados. Como el pensamiento de que alguna de sus esposas le era infiel le trastornaba el sueño, hizo comparecer ante él a todo el harén y, una por una, acusó a todas sus mujeres de adulterio. Cada una se defendió como pudo y todas esgrimieron en su defensa el argumento de que sólo trataban con