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La vuelta

De vuelta en casa .Un alivio, las relaciones sociales no son lo mío, aunque me ha encantado volver a encontrarme con Juan Carlos y con Moncho. Les tengo aprecio y su compañía siempre me es grata. Espero que me lean y reciban este mensaje que soy incapaz de transmitirle en su presencia. En resumen, el evento ha resultado un acontecimiento muy agradable, al menos para mí, que tan reacio soy a los conglomerados y a los episodios supuestamente cordiales que terminan a veces no siéndolo.

No consigo entender mis sueños. Hace años versaban sobre tías en diversos grados de desnudez que pretendían seducirme pero que no lo conseguían, para mi frustración adolescente. Ahora soy yo quien no lo consigo, ¡vaya desencuentro sexual!, menos mal que la realidad es bien distinta, para mi fortuna.

El otro día acudí al especialista de nariz, garganta y oídos -nunca recuerdo el nombre de esa especialidad médica- porque tenía problemas para orientar mis orejas extraterrestres. El médico, sin inmutarse, me recomendó que fuese a un veterinario. Yo hice como que no captaba la grosería y bajé a una cafetería cercana donde me harté de churros.

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La conocí en mis sueños. Apareció de repente. Era rubia, delgada y vestía una túnica azul cielo. Su risa repentina expulsó del sueño a los fantasmas habituales y me devolvió de golpe la alegría de soñar. Con voz coralina me contó un largo cuento que yo supe interpretar como la historia de su vida en un mundo vago e indeterminado. Sabía narrar con la destreza de los rapsodas y usaba un lenguaje poético que le debía sin duda a los trovadores. Todo en ella era magnético, sus ojos de profunda serenidad, su rostro de piel arrebolada, sus manos que dibujaban divertidas piruetas en el aire para ilustrar los párrafos menos asequibles de su discurso, los pétalos carmesí de sus labios jugosos. Cuando desperté me sentí desamparado y solo, más solo de lo que jamás había estado, empapado de una soledad que me calaba hasta los huesos. No me levanté y pasé el día entero en la cama deseando con desesperación que llegase de nuevo el sueño, y con el sueño ella. Soy propenso al insomnio, sobre todo cua...

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