Ir al contenido principal

Los Rollings


Los Rolling Stones parecen envejecer de manera distinta al resto de las bandas musicales. Para empezar, un concierto suyo en este siglo sigue convocando a tanta gente como en el siglo pasado, cualquiera que sea la década que consideremos. ¿Y eso por qué, cuando tantas bandas han sucumbido al paso del tiempo? Tienen una habilidad para conectar con la gente de la que ningún otro grupo hasta hoy puede presumir. ¿Dónde reside su hechizo? Yo no soy un experto en música ni mucho menos en antropología de cantantes, pero sospecho que, además de su entusiasmo como artistas que se saben inigualables, cuentan con el valor añadido de la eterna juventud de Jagger. Que un sesentón tenga figura de adolescente y maneras de tal sobre el escenario, supongo que influye lo suyo, sobre todo si ese Peter Pan de lo juglares ha sido y, en cierta manera continúa siendo, un icono sexual para varias generaciones de seguidores incondicionales. Yo de mayor quiero ser una fantasía para las adolescentes, ya que no lo he sido hasta ahora. Jagger se lo ha currado y lo envidio, más allá de sus méritos como cantante mítico.

Comentarios

Manu Espada ha dicho que…
Yo creo que a jagger le favorece el haber sido siempre tan delgado, eso se nota cuando eres mayor.
Luis Recuenco ha dicho que…
Pero no es una delgadez enfermiza, sino saludable como la de un adolescente. Un privilegiado, sin duda.
El Doctor ha dicho que…
Citando el tópico de "los rockeros nunca mueren",y tanto.Cuando desaparezcan los pocos que quedan se terminó la historia.Tengo un hijo de veintitres años y no le gusta los conciertos,como la mayoría de los jóvenes actuales.Ahora el héroe es el pinchadiscos o dijey,no se si se estribe así.Una discoteca inmensa y ese idividuo ganando mucho dinero,empastillado y haciendo polvo el vinilo.
Recuerdo de cuando era un adolescente escuchaba a los Rolling,entre otros y mi padre se enfadaba mucho.Para mí era todo un placer incordiar con Satisfacion,creo que se escribe así.Pero la anécdota parece tan anticuada...

Entradas populares de este blog

Ya te digo

¿Cuál es el momento más adecuado para decir basta? ¿Cómo reconoce uno el instante en el que hay que parar? Y no me refiero a las relaciones sentimentales -aunque también-, sino a los diferentes episodios que suceden en la vida, cuya suma la articulan y le dan sentido. Porque ese final nunca avistado marca la diferencia entre lo que fue y es y lo que pudo haber sido y podría ser, entre lo existente y lo ausente, entre lo que somos y lo que ya nunca podremos ser. Y hay un componente de negligencia en esa ceguera que nos impide detenernos a tiempo, antes de que lo previsiblemente imprevisible determine nuestra realidad, porque decir que no a la siguiente copa, a la estéril llamada, a apretar el pedal del coche, a responder a un agresivo, a una indiferencia ante un ser querido, a tantos gestos prescindibles, es una responsabilidad tan decisiva que si lo supiéramos en su momento nos lo pensaríamos dos veces. Y pensar dos veces es la asignatura pendiente de la humanidad. Nuestra negligencia ...

I dreamed a dream

La conocí en mis sueños. Apareció de repente. Era rubia, delgada y vestía una túnica azul cielo. Su risa repentina expulsó del sueño a los fantasmas habituales y me devolvió de golpe la alegría de soñar. Con voz coralina me contó un largo cuento que yo supe interpretar como la historia de su vida en un mundo vago e indeterminado. Sabía narrar con la destreza de los rapsodas y usaba un lenguaje poético que le debía sin duda a los trovadores. Todo en ella era magnético, sus ojos de profunda serenidad, su rostro de piel arrebolada, sus manos que dibujaban divertidas piruetas en el aire para ilustrar los párrafos menos asequibles de su discurso, los pétalos carmesí de sus labios jugosos. Cuando desperté me sentí desamparado y solo, más solo de lo que jamás había estado, empapado de una soledad que me calaba hasta los huesos. No me levanté y pasé el día entero en la cama deseando con desesperación que llegase de nuevo el sueño, y con el sueño ella. Soy propenso al insomnio, sobre todo cua...

Tempus fugit

Decía Oscar Wilde que es muy difícil acostumbrarse a dejar de ser joven, porque joven es lo que uno ha sido toda la vida. Estoy empezando a comprender el verdadero sentido de la frase. Desde hace algún tiempo mi mundo parece estar convulsionado, es diferente siendo el mismo, se me antoja otro, con matices que antes no apreciaba y que lo transforman por completo, como cuando una mujer se arregla para una fiesta y de repente la ves de otra manera porque parece otra con los arreglos y los afeites, aunque en el fondo siga siendo la misma. Pues de un tiempo acá noto que mis sobrinos, que eran unos macacos hace nada, empiezan a parecerse a los adultos que dentro de poco serán; que mis mayores, hasta ayer mismo adultos lozanos, van perdiendo lustre día a día, tropiezan más, se les olvidan los encargos, encogen y se arrugan. Y yo me siento atrapado entre esos dos tsunamis de la existencia: el que arroja al mundo vida joven y el que se lleva vida vieja. Y me siento descolocado, desubicado, per...