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De nuevo en París

 En París hace un frío que te cagas. El cielo el macizo y gris y no da cuartel, no invita a salir. Esta mañana le he echado huevos y he salido a pasear. A la media hora tuve que refugiarme en un pequeño local donde servían comidas y vinos. Pedí un tinto para entrar en calor y algo no muy abundante de comida, así se lo especifiqué a la chica de la barra. Me señaló unos salchichones colgados como propuesta. Dije: “Hombre, salchichones”. Ella repitió: “sarsisones”. Sí algo así, son típicos de mi tierra, dije. Ponme una tapita, por favor. Al rato me plantó en la barra una fuente de rodajas de salchichón. Me la comí enterita porque estaban buenísimas. La chica me invitó después aun fromage de goat, que era queso de cabra. Estaba para chuparse los dedos. Pedí más queso y el nombre del mismo. Me lo apuntó en un papel. Es un Dominique Latroix, rue Lille 23, 3º-A. A lo mejor mañana voy a probarlo de nuevo. A mí es que todo lo que huele a añejo me tira.

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