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Mostrando entradas de noviembre 29, 2008

El escritor pertinaz

En la Tercera República Mundial, después de que los supervivientes al Gran Cataclismo salieran a duras penas de los años oscuros de penuria y hambruna del período de interregno, se prohibió la lectura, la escritura y todo lo que tuviera relación con la adquisición y transmisión de una cultura que fue considerada por el Consejo Republicano como la causa principal del holocausto que terminó con el anterior orden mundial. Por esa razón Ibch Turbok, cuya afición a escribir relatos no era ningún secreto, fue detenido y encarcelado como consecuencia de su insistencia en seguir escribiéndolos a pesar de haber sido amonestado en varias ocasiones por el Supervisor Anticultural de su distrito. En su celda se dedicó a escribir –no se le permitía tener recado de escritura- sobre las paredes valiéndose de un clavo oxidado que había arrancado del camastro herrumbroso. El alcaide de la prisión ordenó que le arrebatasen cuanto pudiese ser usado como material de escritura. Le vaciaron la celda y tu