Un policía estúpido de Atenas arranca unas páginas del Corán y provoca una oleada de disturbios causados por musulmanes indignados que claman por el maltrato a su fe, a su evangelio. Kenneth Galbraith vaticinó que los conflictos de nuestra era serían consecuencia del desigual reparto de la riqueza entre los pueblos. Sin ánimo de desdecir al ilustre economista tengo que señalar que la vecindad entre pobres y ricos siempre ha sido un detonante de conflictos. No augura nada que los desposeídos no rumiaran aun sin ser conscientes ante el espectáculo diario de la desigualdad evidente con sus vecinos. El conflicto se ve venir de lejos en una comunidad étnica, religiosamente diversa. Dice Amin Maalouf en su ensayo “Identidades asesinas”: ‘Cuando sienten que su lengua es despreciada, que su religión es objeto de mofa, que se minusvalora su cultura, reaccionan exhibiendo con ostentación los signos de su diferencia’. Los desposeídos se agrupan en torno a sus valores esenciales, lo único que le...
Un alienígena alucinado.