VI ¿Era reciente esa conversación o en realidad habían pasado veinte años? A Pablo se le antojaban iguales ambas opciones. ¿Había vivido una vida de folletín? No faltaban clichés. Un padre prepotente capaz de hacer sufrir a su hija querida solo por no plegarse a sus deseos, condenándola junto al hombre que amaba a ser marionetas cuyos hilos solo él movería a su antojo. Una esposa que renunció por amor y sin atenerse a las consecuencias a los dictados del padre, al lujo de un linaje, solo para ser suya. Un pobre hombre que solo contaba con una dignidad mal entendida para arrebatar...
Un alienígena alucinado.