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La condena

Menté tu nombre en vano, sólo eso

Y ardió la leña seca de mi frente

Herida por un fiero rayo ardiente

Que convirtió mi vida en la de un preso.

 

Reo soy de amor incandescente

Por osar soñar la dicha de tu beso

Por suplicar mis labios secos sólo eso

Y ofender tu suspicaz alma inclemente.

 

Musitaron una sóla vez mis labios

Con aliento de súplica y de anhelo

Tu nombre, y aquel rayo me hizo sabio

 

Pues vi mi triste sino reflejado

En tus ojos y no alcancé a ver cielo,

Sino perpetuo infierno desolado.

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