
Viajar es una actividad primaria mientras que el sedentarismo es un actitud primitiva. Este último se sustenta en una concepción del mundo conformista y resignada, que busca la seguridad y el acomodo que proporciona un entorno conocido y seguro, aunque seguro no hay nada en la vida, salvo el pasado y, tal vez, la muerte. El sedentario no sabe o no quiere saber que existen otros mundos, tal vez no mejores pero sí diferentes, y que conocerlos enriquecería su vida con un matiz de alegría y ensancharía su alma oxidada por falta de actividad y de tránsito. Su mente arrostrará siempre una carga de provincianismo que le impedirá conseguir el lustre que sólo los viajes le proporcionarían.
El viajero contempla la vida desde un artilugio siempre en movimiento, y por eso la concibe dinámica y cambiante, inquietante e imprevisible. Para él vivir es una aventura continua y debe ir adaptándose sobre la marcha a los cambios que va encontrando en su camino. Cuando está demasiado tiempo en un solo sitio le sucede lo mismo que al marino que desembarca: no sabe guardar el equilibrio, se tambalea como un borracho y sólo al reanudar su viaje se sentirá de nuevo seguro, pisando firme sobre un suelo en movimiento. Los primeros humanos fueron nómadas, los pueblos de más rica cultura son o han sido nómadas. El nomadismo es primario y enriquecedor. El sedentarismo es primitivo y átono.
Decía Bertrand Russell que ‘una persona que nunca haya viajado verá todos los extranjeros en la misma manera en que los salvajes consideran a un miembro de otra tribu’. Habría que matizar que existen miles de salvajes urbanitas y cientos de tribus urbanas. ¿Qué otra cosa son, si no, las grandes metrópolis y muchos de sus habitantes?
Tengo pendiente un viaje a las estrellas, aunque no veo el momento de llevarlo a cabo, y dudo si ese viaje estelar será antes o después, pero ¿antes o después de qué? No lo recuerdo, o quizá no lo sé. De momento sólo puedo seguir viajando por este mundo hasta adquirir la sabiduría que me permita encontrar la respuesta a esa estúpida pregunta. O consiga dejar de hacerme esa tonta pregunta que me está impidiendo viajar a las estrellas. Lo que suceda antes.
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Un saludo.
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