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Sin ganas


Es complicado sentarse a escribir algo sin saber lo que se quiere escribir, y además sin tener ganas. ¿Entonces, por qué? Por amor al arte es lo primero que viene a la cabeza. ¿Qué arte? Ahí ya me he pillado. Arte es una palabra mayor, no aplicable a casi nada de lo que se escribe, ¿o sí? No lo tengo claro, porque no tengo claro lo que quiere decir 'arte'. El toreo es arte, dicen, como el flamenco o el silbo canario, pero no el funambulismo o el contorsionismo, habilidades que han sobrecogido en los circos los corazones sensibles de los niños durante siglos. Y ¿no son los niños los más aptos para decidir lo que es arte? Porque los niños tienen intacta la facultad de sobrecogerse, y el arte, creo, debe ante todo sobrecoger, sorprender, conmover, espeluznar. Con permiso de la mercadotecnia y de la crítica facilitadora. El arte es, por desgracia, el arte de moda, y la moda es muy manipulable. Entonces ¿por qué? Por qué se escribe, se pinta, se diseña, se compone música al dictado del corazón, como sin querer, en un acto reflejo. Porque si se siente algo de verdad, o se expresa o uno se consume de tal modo que ni las promesas del mercado de la moda artística pueden atajar el desastre. Los más grandes artistas de todas las disciplinas han guardado siempre unas gotas de su genio para sí mismos, las han usado a solas, sin saber para qué y hasta sin ganas. Por amor al arte. Yo no soy artista de nada y nunca lo seré, pero no puedo sujetar estas ganas que me poseen de expresar cualquier cosa, cualquier tontería. Apenas esto.

Comentarios

El Doctor ha dicho que…
Es más que suficiente,amigo.Escribir en papeles dispersos,en un diario ir anotando todas las miserias de la vida.La literatura es grandilocuencia, exhibicionismo de grandes mentiras. Vanidad.
Este post vale más que la mayoría de libros que se amontonan en las librerías en tapa dura. A veces en mi blog me da por escribir fragmentos de mi vida sin ningún pudor,y es cuando nadie comenta.Soy de la creencia que es ser humano está sobrevalorado. Ayer caminaba por la noche en la ciudad y veía todas esas ventanas iluminadas,luz mortecina de miseria.En los interiores se guarda el aspecto más miserable.En los interiores no hay que representar nada.Allí,las caras no están obligadas a sonreír falsamente,allí todas ellas sin expresión como en la época de las cavernas.
Un abrazo,amigo.

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