Desde
que padezco 'graphophobia' escribir me supone un tormento. El término
es obviamente inglés, el diagnóstico en cambio es para todos los
públicos. Soy el primero en estar hasta los cojones de tanta
mariconada fóbico-existencialista que al parecer sufren escritores
sin distinción de talante ni de talento. Yo no pretendo pasar por
escritor porque algo me falta, supongo que talento, pero a falta de talento, tiro de
talante, ¿y qué me encuentro?, con la graphophobia de los cojones.
Ciertas personas, sobre todo un servidor, en vez de soñar con un
futuro idílico o al menos promisorio sufren los trastornos de la
sombra férrea de un pasado que no pasa del todo y te acaba por
encarcelar dentro de ti. Y eso jode que te cagas. Me cago en mis
miedos y en sus circunstancias 'y siento más tu muerte que mi vida?
(Miguel Hernández). Hablo de la muerte -aparente- de mi certeza y de
la vida de mi duda, duda, duda. Esta es mi última queja pública, el
epitafio de mi desidia, el fin de mi pereza. Si a partir de hoy no
publico cada día siquiera una pequeña línea en mi blog, una
insignificancia cualquiera, sepan y por supuesto repróchenmelo si lo
ven pertinente, que padezco 'graphophobia'. Y con mucha honra (la contradicción ante todo). (Esto
es un argumento circular, propio de idiotas, algunos tanto que casi
me alcanzan.)
Parece que el mundo presenta indicios de cambio, lo que siempre es una buena noticia a la vista del rumbo que lleva desde que los humanos lo dirigen –con alarmante férrea mano y escaso juicio desde la revolución industrial del siglo XVIII, para poner coordenadas y centrar nuestro momento histórico-. Las elecciones primarias que se celebran en los Estados Unidos son fiel reflejo de dicho cambio. ¿Una mujer y un negro con opciones de alcanzar la presidencia? Atónito estoy, no doy crédito, alobado, vamos. Aunque parece que el voto latino pesa más que en otras ocasiones, no creo que sea razón suficiente para explicar este hecho. Algo visceral está sufriendo una transformación en el seno de la sociedad norteamericana, que es decir la civilización occidental. Y ese algo a lo mejor no será conocido hasta que el tiempo y los exegetas de la historia pongan los puntos sobre las íes del actual panorama sociológico; y a lo mejor eso puede demorarse decenios, tal vez siglos. De momento no puedo d
Comentarios