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La vuelta

De vuelta en casa .Un alivio, las relaciones sociales no son lo mío, aunque me ha encantado volver a encontrarme con Juan Carlos y con Moncho. Les tengo aprecio y su compañía siempre me es grata. Espero que me lean y reciban este mensaje que soy incapaz de transmitirle en su presencia. En resumen, el evento ha resultado un acontecimiento muy agradable, al menos para mí, que tan reacio soy a los conglomerados y a los episodios supuestamente cordiales que terminan a veces no siéndolo.

No consigo entender mis sueños. Hace años versaban sobre tías en diversos grados de desnudez que pretendían seducirme pero que no lo conseguían, para mi frustración adolescente. Ahora soy yo quien no lo consigo, ¡vaya desencuentro sexual!, menos mal que la realidad es bien distinta, para mi fortuna.

El otro día acudí al especialista de nariz, garganta y oídos -nunca recuerdo el nombre de esa especialidad médica- porque tenía problemas para orientar mis orejas extraterrestres. El médico, sin inmutarse, me recomendó que fuese a un veterinario. Yo hice como que no captaba la grosería y bajé a una cafetería cercana donde me harté de churros.

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