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A un hada

Ese raro cristal que envuelve tu figura

De opalinos reflejos que mis ojos deslumbra

Trasluce sin querer un halo de penumbra

Que contemplo mil veces sin asomo de hartura.

 

Tallara si supiera mil veces tu escultura

Sin afán de oropeles que ni enseñan ni encumbran.

Tú y yo solos, sin bien vernos, que no muy bien alumbra

La vela que desvela desgarros de alma oscura.

 

La de adorar tu cuerpo firme en delicado trance,

La de no saber asir la luz de tu mirada,

La de renunciar a verte algún día a mi alcance.

 

Mis pinceles rebuscan en mi alma desolada

Matices que designen, por siempre, tu balance

De carne aislada y sola, de alma siempre alada.

Comentarios

El Doctor ha dicho que…
Me he dado una vuelta por este blog y me parece más que interesante.Diverso,de tono personalísimo,tocado por la lírica y la poesía.

Si también me lo permite,en cuanto tenga un momento le enlazo.

Un fuerte abrazo.
Luis Recuenco ha dicho que…
Por supuesto que se lo permito y, si a usted no le parece mal, hasta nos podríamos tutear.

Un brazo
Luis Recuenco ha dicho que…
Un abrazo, por supuesto.

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